Diario GARA entrevista a Aintzane Encinas

Foto diario GARA

Juicios rápidos, Cifras y letras, Puntos de aire... Son los títulos de algunos de los artículos que uno puede encontrarse en el blog de Aintzane Encinas, que hace un par de años, cansada de que «crónicas que leíamos no se ajustaran demasiado a la realidad o a lo que nosotras creíamos que pasaba en los partidos», decidió ofrecer su propia visión de las cosas.

Así nació un blog que, en un principio, prácticamente sólo tenía como destinatarias a las propias compañeras de Aintzane. Ahora acumula ya más de 20.000 visitas e incluso ha abierto otras puertas a la futbolista, que esta temporada realiza una colaboración semanal con el diario deportivo Marca. Pero lo del teclado, pese a ofrecerle grandes satisfacciones, no es más que una afición para esta donostiarra de 23 años, que tira por otros derroteros a la hora de hablar de pasión y ambición. Podrían resumirse en otras dos palabras, fútbol y Real.

Estudiante de IVEF, Aintzane es una apasionada del deporte en general y del fútbol en particular. Empezó a practicarlo en el Añorga, pero con apenas 15 años ya defendía la camiseta de la Real, en aquel primer equipo del que también sobreviven Maite Lizaso y Larraitz Lucas. Desde entonces han pasado ocho temporadas, en las que la Real, como el fútbol femenino, «ha evolucionado mucho», tanto a nivel deportivo como institucional. «El equipo ha ido creciendo año a año. Al principio éramos muy jóvenes, con poca experiencia, pero hemos ido creciendo. Ahora mismo, que además tenemos una plantilla superamplia, el nivel que tiene la Real no desmerece en lo más mínimo respecto a los grandes equipos de la Liga; creo que se le puede sacar mucho rendimiento a este equipo».

Paralelamente, y aunque la jugadora asuma que «nunca nos vamos a poder comparar con el fútbol masculino», su consideración a nivel social -«cada vez viene más gente a los partidos»- e institucional también crece de año en año. «Hasta hace muy poco ni siquiera se han permitido las fichas profesionales. Ahora, la directiva de la Real ha conseguido que tengamos ficha profesional, contratos profesionales. Evidentemente, no se pueden equiparar a los del fútbol masculino, ni siquiera a un sueldo «normal», pero dice mucho sobre cómo va mejorando el fútbol».

Y lo destaca con especial orgullo, porque si hay alguna pasión comparable al fútbol para Aintzane, es la Real. Tanto, que se entremezcla con la ambición de cara al futuro. Porque su objetivo es claro, «sacarme el título de entrenadora y poder entrenar a la Real femenina». Claro que para eso, y aunque tenga claro que «dejaré el fútbol antes de que el fútbol me deje a mí», quedan unas cuantas temporadas.

Empezando por la presente, que la futbolista afronta con confianza. Que, quizá, es lo que le falta a un equipo que no tiene que envidiar a los grandes de la Liga. «Aunque tengamos claro que somos un equipo humilde, que tiene que trabajar mucho, a veces creo que nos falta creérnoslo más -asegura Aintzane-. Porque a veces salimos en algunos partidos a luchar contra equipos que parecen superiores, pero luego quizá sólo lo son en el nombre. Pero es una cuestión más de cabeza que de juego».

 

Por eso, la donostiarra concede la importancia justa al hecho de que las dos únicas derrotas del equipo hayan llegado, precisamente, contra dos de esos rivales con más nombre, Athletic y Espanyol, lo que podría interpretarse como la frontera a las ambiciones del cuadro txuri urdin. «No lo creo. Con el Athletic fue claro pero con el Espanyol estuvimos ahí. El nivel es muy parecido, como para pensar que en la segunda vuelta se les puede ganar. Además, el equipo está muy bien fuera de casa, que solía ser nuestra asignatura pendiente. De momento somos sextas y tenemos que intentar seguir siendo regulares».

Ambiciones que tendrán un duro examen este domingo, cuando la Real recibe al Rayo Vallecano. 

Un rival de aúpa, pero ante el que Aintzane mantiene el mismo discurso. «Es un gran rival, pero no imbatible y, de hecho, ya perdió en L'Estartit. Además, esta semana tiene partido de Champions y en Zubieta -recuerda- siempre les hemos tenido contra las cuerdas, quizá éste sea el momento de ganarles».