"Por cambiar de objetivo la motivación no tiene que bajar"

Ane Bergara (03-02-1987, Bera) ha sido una de las cinco incorporaciones de esta temporada, 2011-2012. Es una jugadora con mucha experiencia. Antes de incorporarse en el club donostiarra, estuvo en el Espanyol, un club grande del fútbol femenino y allí conquistó varios títulos. Esta jugadora beratarra destaca por su gran fuerza y seguridad en la defensa. Tiene seguridad en sí misma y eso contagia al equipo. 

En la Real había un hueco en la defensa central después de la marcha de Irene Paredes. Y eso fue una de las causas por la que el equipo txuri urdin se interesó en traer a Ane. Su llegada ha aportado mucho a este equipo. Su fuerza, su intensidad, su seguridad han hecho aún más grande este equipo. Está cumpliendo las expectativas con un sobresaliente. Esperamos verla durante mucho tiempo en el club gipuzkoano.

¿Cuándo y por qué empezaste a jugar al fútbol?

Empecé a los siete años en Hendaia y estuve allí cuatro años. Luego fui al equipo de mi pueblo Gure Txokoa donde estuve otros cuatro años y de allí di el salto al Lagunak. En Lagunak estuve durante dos temporadas y de allí al Espanyol, donde estuve seis años.

A parte del fútbol, ¿has practicado alguna vez otro deporte?

Sí, de pequeña como todo el mundo practicaba muchos deportes. Luego terminé compaginando natación con el fútbol y llegó un momento en el que ya tenía que decidirme por uno de los dos y me gustaba más el fútbol.

Desde el Espanyol a la Real, ¿por qué ese cambio?

Ya llevaba seis años en el Espanyol, siempre he dicho que mi viaje al club catalán sería de ida y vuelta. En el Espanyol ya las cosas cambiaban, económicamente el club está como está y la Real ha empezado a apostar por el fútbol femenino. El Espanyol ha estado hasta ahora arriba, ahora parece que va a empezar a bajar y la Real poco a poco va de abajo hacia arriba. Y me apetecía volver a casa.

¿Se te hizo difícil vivir lejos de casa?

Un poco sí, soy bastante casera. Me fui de casa a los dieciséis años, cuando fui al Lagunak y ahí estaba viviendo en una residencia. Pero luego ya di el paso a Barcelona, y fue más difícil, ya que en Pamplona cada fin de semana podía volver a casa. De vez en cuando ya venían mis padres a Barcelona a visitarme, pero un poquito difícil sí que fue.

¿Cómo te recibió la Real y tus compañeras?

Muy bien. Conocía a muchas de las compañeras de la selección de Euskadi, de diferentes selecciones y también de haberme enfrentado a ellas. Hay muy buen ambiente dentro del equipo y me he sentido bien recibida.

La mayor diferencia que has notado entre jugar en el Espanyol y en la Real.

La mayor diferencia para mí ha sido en el tema de instalaciones. Poder tener un campo para entrenar a las seis y media de la tarde, cosa que en el Espanyol no teníamos. Entrenábamos a las nueve y media de la noche o a las ocho, terminábamos a las once, llegar a casa, hacer la cena, al día siguiente a estudiar… En la Real con siete campos de entrenamiento que tiene, se puede entrenar a las seis y media sin ningún problema y eso te facilita en todo.

Luego a parte, vivo en casa, llego a casa y tengo la cena hecha (risas).

Los objetivos son diferentes, pero ¿te sientes igual de motivada que siempre?

Sí, desde el principio he dicho que jugar en el Espanyol significaba optar al título o estar lo más arriba. Y en la Real optamos a hacerlo lo mejor posible. Por cambiar el objetivo la motivación no tiene que bajar. Tenemos un único objetivo que es hacerlo lo mejor posible en cada partido y eso motiva igual o más que un título.

En tu primera temporada en la Real, ¿cómo ves al equipo?

Bien. Ha sido una temporada un poco rara, porque para mí han sido unos pinchazos muy duros, tanto el de L’Estartit aquí como El Olivo y Málaga fuera. Son unos partidos que a priori deberíamos haberlos ganado y eso nos ha limitado a no poder aspirar a entrar entre los cuatro primeros. Ha sido una muy buena temporada porque el equipo es joven y con la plantilla que hay, estamos sacando bastante bien todo. Pero tengo esas espinas clavadas que nos impiden optar a un poquito más.

Después de ganar 5-0 al Málaga, como es normal, su cara transmitía la gran alegría. Aunque lleve poco tiempo en este equipo, se ve que se ha contagiado con el ambiente de la Real. Y lo más importante, aunque haya sido el gran fichaje del verano pasado, su humildad destaca en su carácter. Esa es la esencia de esta Real.

¿Crees que habéis merecido estar más arriba en la clasificación?

No, si estamos ahí es porque merecemos eso. Esos puntos perdidos no han limitado a no poder aspirar a más, pero yo creo que si el equipo está ahí es porque algo se ha hecho mal o hay cosas que mejorar. Por lo tanto, cada uno al final de la temporada está donde merece.

Has jugado casi todos los partidos, ¿al final de la temporada se nota el cansancio?

Llega el final de la temporada y tienes ganas de desconectar un poco, pero no por jugar todos los partidos. Yo creo que una jugadora que no ha jugado todos los partidos, también puede tener ganas de que llegue el verano y desconectar un poco del fútbol en general. Hay que venir cada día aquí, entrenar, etc. Pero bueno, si había que seguir dos meses más yo seguiría jugando.

¿Y cuál es tu método para salir siempre con mucha fuerza en los partidos? Es decir, ¿tienes alguna forma especial para motivarte?

No tengo nada en especial, creo que es mi carácter en sí el que me lleva a jugar de esa forma y no hago nada en especial. Simplemente pienso que cada rival es tan difícil como el anterior o como el siguiente, o sea el Barça, sea el Athletic o sea cual sea el rival, yo pienso que van a ser fuertes, cada rival tiene sus cosas buenas y por lo tanto hay que salir a por todas para poder frenarlas.

¿Cuál ha sido tu mejor momento futbolístico? ¿Y el peor?

Ganar el campeonato de Europa con la Selección Española sub-19 y la temporada en la que ganamos todo con el Espanyol: Liga, Copa y todos los torneos que se podían ganar los ganamos. Esos dos momentos han sido los mejores para mí.

Las Ligas y las Copas que he perdido con el Espanyol. Son dos Ligas que hemos perdido, en las que durante toda la temporada estuvimos líderes y luego por el formato de la competición perdimos (jugar una final a doble partido para decidir el ganador de la Liga).

En el Espanyol jugabas también de lateral, ¿en qué puesto te sientes más cómoda?

He jugado en todos los puestos del campo. En el Gure Txokoa jugaba de delantera o por la banda. En la selección de Euskadi jugaba de defensa. En la Navarra en el medio campo… He jugado de todo. No he jugado en la portería, que es un puesto que me gustaría probar, pero sé que tiene mucha responsabilidad. Yo lo que quiero es jugar, me da igual donde jugar. Ahora mismo estoy jugando de central, me encuentro muy a gusto. Tanto central como lateral son dos puestos que me gustan. Y lo dicho, yo lo que quiero es jugar, como si hace falta jugar de última jugadora en banda.