SOKO: UN SEGURO SIN FECHA DE CADUCIDAD
Dicen que sabe más el diablo por viejo que por diablo. Si la
experiencia es un grado, Sokoa Azkárate puede tirar de galones por ser
la más veterana de la plantilla de la Real Sociedad. A sus 33 años dice
no tener más sueños que seguir disfrutando del fútbol, ilusionarse con
cada partido y defender el escudo que ha admirado desde que era una
niña.
Sokoa Azkárate (Arrasate, 1979) dio sus primeros
pasos en el mundo del deporte en las pistas de baloncesto. Cuando
desapareció el equipo donde jugaba cambió de pelota y se pasó al fútbol.
Quizá por la muñeca que heredó de la canasta o porque sus problemas de
asma le limitaban a la hora de correr, no tardó en encontrar su hueco en
la portería del Mondragón. "Allí llegué a los 17 años y estuve hasta el
2008, cuando recibí la llamada de la Real Sociedad. La verdad es que me
sorprendió que se interesasen por mí porque ya tenía una edad, pero
como buena realista era el sueño que tenía desde niña y para mí es un
orgullo formar parte de este club", comenta la protagonista, cuyo debut
fue ante el Athletic de Bilbao en Lezama. "Los derbis vecinales siempre
son especiales. Hay mucho ambiente y pique sano. En el fútbol femenino
sí que puede parecer que somos el hermano pequeño, pero el último
partido ganamos nosotras", apunta con orgullo haciendo referencia a la
final de la Copa de Euskal Herria.
Desviándose del perfil de portera, dice no ser maniática ni
supersticiosa. No obstante, lleva el '13' a la espalda desde que llevó
al club realista. "Es un número que me gusta y que siempre me ha dado
suerte. Por veteranía soy la que elijo antes y nunca me ha dado por
cambiarlo", dice. Soko, como la llaman las compañeras, es la mayor de
una plantilla que respira juventud y buen rollo: "Me sorprende el buen
ambiente que hay. No se nota la diferencia de edad y nos entendemos muy
bien tanto en entrenamientos como en los partidos". La Real Sociedad
estrena proyecto esta temporada -con nuevo entrenador, Unai Gazpio-
con la meta puesta en superar el séptimo puesto en el que quedaron el
año pasado. "Somos un equipo modesto y nuestro objetivo es mejorar
partido a partido y temporada a temporada. Creo que hemos comenzado la
temporada bien. En Madrid perdimos un partido (4-3 ante el Rayo
Vallecano) en el que nos faltó algo de suerte para puntuar y en Zubieta
ganamos (3-0 ante el Comarca Llanos de Olivenza) demostrando que en casa
se lo podemos poner difícil a cualquier equipo", asevera. Puestos a
soñar, a Sokoa le gustaría "ganar un título con la Real. Hace dos años
llegamos a las semifinales de Copa. ¿Por qué no pensar que podemos
repetir o incluso mejorar ese resultado?".
Adicta a la pasta y el chocolate
Como buena txuri urdin creció admirando a Luis Miguel Arconada,
si bien, dice, ahora no se fija en ningún portero en concreto. "Nunca
he sido de tener ídolos porque creo que de todos se puede aprender sea
cual sea en el equipo en el que juegue. Creo que tanto el portero como
el entrenador puede pasar de ser el jugador más querido a odiado en
apenas dos jugadas. Es un puesto de responsabilidad y cuando saltas al
campo eres consciente de ello", afirma Sokoa, que se define como "una
portera con recursos y buenos reflejos que tiene que mejorar con el
balón en los pies". Si de ella dependiera votaría para el Balón de Oro a
Iker Casillas, "algo que cambiaría la tendencia de valorar sólo al jugador que decide un partido por marcar un gol".
A sus 33 años, Sokoa puede hablar con propiedad de la evolución que
ha vivido el fútbol femenino en la última década: "Estamos avanzando
tanto a nivel de jugadoras, que cada vez hay más cantidad y calidad,
como la repercusión en los medios de comunicación o ayuda por parte de
los clubes". No obstante, la Real Sociedad es junto al Barcelona los
únicos clubs que hacen a sus jugadoras contratos profesionales. La
guardameta realista dice no tener fecha de caducidad. "Seguiré mientras
mantenga la ilusión y compense el sacrificio de compaginar el fútbol con
mi trabajo". De lunes a viernes se levanta a las 7.30 para irse a
trabajar a Elorrio donde ejerce de ingeniera técnica; a las 17.00 tiene
entrenamiento; y a las 22.00 llega a casa al término de la jornada. "Por
ahora me sigue compensando", finiquita. Y que sea por mucho tiempo.
GRANDE SOKO GRANDE INMENSA
ResponderEliminarY que por muchos años podamos seguir disfrutando, de esa sonrisa tan sincera.