Partido deslucido por el temporal

La Euskal Selekzioa y Catalunya empataron a uno en un encuentro en el que el protagonista fue el temporal, junto con la reivindicación. Los dos goles de este partido histórico llegaron en la primera mitad. Se adelantaron las catalanas con un tanto de Olga Garcia –tras tocar en el cuerpo de Marta Unzué- y el gol del empate lo marcó María Díaz Cirauqui. En la segunda mitad fue imposible hacer un buen juego, a causa de los charcos de agua ocasionados por el inmenso diluvio. 

A pesar del tiempo desapacible, unos 2.500 aficionados se acercaron al campo de fútbol Lasesarre. Podrían haber sido más, pero no podemos negar que no hubiera un buen ambiente. Las jugadoras saltaron al césped entre aplausos de la grada. Sacaron las fotos conjuntas de este encuentro histórico y se escuchó el himno antes del pitido inicial. Las vascas empezaron sufriendo. Las catalanas, más concentradas, crearon un par de acciones peligrosas. Desde el primer minuto demostraron su calidad técnica, quizá por el atrevido planteamiento de la entrenadora Natalia Arroyo. Y pronto, muy pronto consiguieron el gol. Olga remató con la zurda un centro raso de Leila, y aunque ya iba entre los tres palos, al tocar en el cuerpo de Marta Unzué el esférico se fue al fondo de las mallas. 

Apenas habían pasado seis minutos y había peligro de que llegasen más goles visitantes si no reaccionaban las vascas. Su juego combinativo, su estilo tiqui-taca inquietaba la zaga local. Pero, menos mal que el conjunto tricolor empezó a atacar. Iraia envió un pase en largo a Beristain, aprovechando el resbalón de dos jugadoras catalanas. El centro de la de Getxo, sin embargo, no ocasionó demasiado peligro. Las vascas ya eran dueñas del balón y empezaron a jugar más cómodas, lideradas por Lizaso y Orueta. Así, la centrocampista vizcaína envió un buen pase hacia la banda de Ibarra, ésta recorrió unos metros y sacó un centro medido. Y ahí estaba Cirauqui, en el segundo poste, aprovechando el fallo de Paula Nicart, para batir a Mariajo Pons con un disparo cruzado. La navarra txuri urdin hizo el gol del empate. 

Si el balón era de la selección vasca, la catalana jugó a contraatacar. Vicky Losada quiso mostrar su calidad en un disparo lejano con la intención de pillar desprevenida a Jone Guarrotxena. No ocurrió nada. Después, Cirauqui y Beristain conectaron de maravilla, lástima el centro largo de la mediapunta. También hubo un posible penalti a favor de las locales. Erika se internó en el área y fue derribada cuando iba a intentar un bonito regate. El colegiado indicó que siguiesen jugando. El juego se convirtió más vistoso y se pudieron ver ocasiones en ambos lados. Alexia envió un pase al hueco a Corredera, pero Jone llegó segundos antes que la de Tarrasa, desviando así el peligro. 

La respuesta de las dirigidas por José Álvarez llegó en una falta botada por Ibarra en el que el remate de Maite Lizaso, de cabeza y para atrás, se topó con el larguero. Poco antes de la conclusión del primer tiempo, ambos conjuntos realizaron sendos disparos que no encontraron puerta. Carol Férez –una de las destacadas en ataque- lanzó por parte de las catalanas; y el zurdazo de Ibarra, por parte de las vascas. 

Los presentes en Lasesarre estaban disfrutando de un bonito duelo. Pero el diluvio que comenzó en el descanso alertó a los aficionados, que se dieron cuenta del estado del césped. Si en la primera parte las jugadoras fueron recibidas entre aplausos, en la segunda las recibió el chaparrón. La intensa lluvia y los charcos hicieron que el campo fuese impracticable y se deslució el partido. Se convirtió una zona de lucha, ambos equipos tenían que resaltar el trabajo físico. Y el más hábil en eso fue la Euskal Selekzioa, teniendo como referente la garra y la experiencia de Maite Lizaso. 

La primera en probar fortuna en esas condiciones fue Naiara Beristain y Ràfols respondió con una buena estirada. Durante varios minutos las vascas fueron superiores, prueba de ello los incontables centros enviados al área. En una de esas, Ane Bergara se hizo con un balón suelto y decidió ofrecérselo a Leire Baños. El disparo de la irunesa se marchó fuera poro poco. Baños fue protagonista también en la siguiente jugada, en el que envió un buen balón a la desmarcada Ibarra, y el centro envenenado de la azkoitiarra se marchó por encima del larguero. Aunque por entonces el estado del césped era mediocre, las locales fueron capaces de crear una bonita jugada que acabo con un zapatazo de Nekane. 

Las catalanas se quedaron sin reacción. No les era conveniente ese modo de juego, puesto que no podían mostrar su técnica, su potencial. Ya les costó darse cuenta que el césped no admitía otro modo de jugar. Se tenía que imponer la fuerza, la tremenda lucha, ya que era imposible que rodase el balón. Los charcos se encargaban de paralizarlo. A medida que pasaban los minutos levantar el esférico suponía un enorme esfuerzo. A consecuencia de eso, las faltas, los saques de esquina o los centros desconcertaban al rival. Empleó esas jugadas la selección tricolor y pocos centímetros le faltaron para encontrarse con el gol. Primero, el remate de Ane en una falta enviada por Ibarra no fue entre los tres palos. Sí, sin embargo, el de Lizaso –una vez más a centro de la azkoitiarra-. Ràfols estuvo atenta para detener el cabezazo pero el balón se atascó en el césped, a la espera de ser rematado. Al final, tras sudar mucho, lo despejó la zaga. 

Algo parecido se vivió en el área local. Cuando se despertó la selección de Natalia Arroyo y cuando quisieron intentar aprovechar las faltas y los corners, supuso mucho trabajo alejar el esférico de la zona de peligro. ¡Vaya impotencia! Sufriendo mucho y de una manera y otro se pudo despejar el esférico. En cualquier caso, la guardameta Cris Cornejo apenas tuvo trabajo, no tuvo que intervenir en muchas jugadas. Y, quizá, la mejor ocasión del segundo tiempo, la tuvo Leire Baños. La joven centrocampista, al borde del área, recibió el centro de Ibarra y no dudó en disparar a puerta, que salió rozando el poste. 

Poco faltaba para terminar el partido -un minuto exactamente- cuando Vicky Losada envió un buen balón arriba, a la espera de alguna pugna. El esférico se paró en el punto de penalti y en busca de él, chocaron bruscamente Cris y Débora, llevando la peor parte la portera donostiarra. El árbitro hizo lo mejor que podía hacer: indicar el final del partido. Por otra parte, lo positivo del duelo fue la ausencia de lesiones. 

Todavía bajo el diluvio universal las dos selecciones recibieron las medallas. Las jugadoras demostraron el verdadero trabajo y de gran mérito. Los aficionados tuvieron la ocasión de ver un estilo de juego en la primera parte, y otra bien distinta en la segunda. Fútbol en estado puro. Dejando a un lado el resultado y el juego, si observamos que la Euskal Selekzioa y Catalunya estuvieron cara a cara, nos daremos cuenta que se ha dado un pequeño paso. Y es que el fútbol femenino ha sido protagonista en un fin de semana llena de reivindicación. Que no quede en una simple anécdota. 

Ficha técnica: 

Euskal Selekzioa: Jone Guarrotxena (Cris Cornejo, min. 46); Iraia Iturregi (Ainhoa Vicente, min. 76), Irene Paredes, Ane Bergara, Marta Unzué (Sandra Ramajo, min. 71); Maite Lizaso, Arrate Orueta (Leire Baños, min. 46); María Díaz Cirauqui (Nekane Diez, min. 46), Naiara Beristain (Ainhoa Álvarez, min. 61), Eli Ibarra; Erika Vázquez (Yulema Corres, min. 57). 

Catalunya: Mariajo Pons (Laura Ràfols, min. 46); María Estella (Carla Gómez, min. 66), Marta Torrejón, Paula Nicart (Paola Soldevila, min. 69); Laura Gutiérrez, Vicky Losada, Leila Ouahabi (Nuria Mendoza, min. 46), Alexia Putellas (Andrea Pereira, min. 46), Marta Corredera (Débora García, min. 46); Olga García, Carol Férez (Cristina Becerra, min. 66). 

Goles: 0-1: Olga García, min. 7; 1-1: María Díaz Cirauqui, min. 18.

Árbitro: Carlos Arriola. Amonestó a la jugadora catalana Paula Nicart.